Por: Abigaíl Domínguez
Algo debe de preocuparle al Gobernador del Estado, la ingobernabilidad en el municipio de La Concordia, en donde al parecer los apellidos Córdova quieren perpetuarse en el poder aprovechando la voluntad política de Rutilio Escandón Cadenas. Y es que después de mucha alharaca, la familia Córdova quieren aparecer en la boleta electoral, bajo las siglas de MORENA, y aprovechando ese escenario hoy se presenta un Miguel Ángel Córdova Ochoa, renovado y con aires de pureza que ya quisiera más de un tanque de oxígeno.
El pasado del “Amigo Migue” es inconfundible, su paso por la SEDEPAS sirvió únicamente para incrementar su fortuna y la presidencia del Partido Chiapas Unido, le permitió vender las candidaturas con la complacencia del exgobernador Velasco, ya en el 2017 miles de concordeños se manifestaron en el municipio para exigir el cumplimiento de los apoyos al campo, compromisos adquiridos por él para que su hijo lograra alcanzar la presidencia municipal.
Si esto no fuera poco, la elección local del 2018, fue marcada por la constante violencia política, al permitir la operación de grupos delincuenciales a favor de la familia Córdova, el hostigamiento público fue tal, que la ciudadanía documento la presencia de grupos paramilitares condicionando el voto a favor de su otro hijo José Miguel Córdova. Este asunto, que configuraba un delito electoral, llegó a oídos del exgobernador Velasco que poco le importo el tema.
Córdova Ochoa poco le ha importado el llamado de buen ejercicio público gubernamental del Gobernador Rutilio, que hoy a la par de la incapacidad de su hijo “miguelito” ejerce el control total del municipio, dejando solo al hijo la salvedad de la firma, el tema ha sido tan claro que se presentó una demanda por malversación de fondos, al destinar un fondo de comedores comunitarios a la construcción de dos casas ejidales con valor de más de 5 millones cada una, cuando la totalidad del recurso era de más de 150 millones de pesos, lo demás de recurso fue utilizado para la realización de techos firmes, techos que cuestan 15 mil y que en papeles tiene el valor superior a los 70 mil pesos, embolsando para su beneficio más de 50 mil pesos.
La ingobernabilidad llegó a su cima, cuando este fin de semana un grupo de gentes aprovecho un lamentable incidente de tránsito, para increpar frente a su domicilio a Marco Antonio Coutiño “El Venado” culpándolo de estar protegiendo a los involucrados, lo curioso del tema fueron las condicionantes; “El Venado” no estaba en ese momento en el municipio, la parte “culpable” no es trabajador ni pertenece a la asociación que preside Coutiño Monzón y la “víctima” es trabajador de una regidora del actual ayuntamiento municipal, toda una comedia de enredos; por lo cual se aprovechó el tema para tratar de desprestigiar la imagen pública del “Venado” sindicándolo de no pagar los daños.
Bien dicen que ahora los patos les tiran a las escopetas, puesto que la investigación pericial indica que el accidente no fue en ninguna o con alguna propiedad de Coutiño Monzón, que el conductor de la motocicleta no contaba con la edad, precaución ni los implementos necesarios de seguridad para su conducción, lo que en principio es un delito y por último y lo más grave, es que al amparo de su puesto de regidora municipal y pertenecer al grupo gobernante, esta quiera realizar sus caprichos personales dejando a un lado la emergencia de como patrón solventar los gastos médicos de su empleado.
Finalmente, si bien es cierto que la prudencia del gobernador es clara, y su deseo de dejar que la ciudadanía participe sin coacción en el proceso electoral venidero, si debería por lo menos hacer una desbrozada de toda esa mala hierba que pulula a los cuatro vientos diciendo que de nueva cuenta regresan para terminar lo que dejaron pendiente… el saqueo al pueblo de Chiapas.