Por Francisco Gurguha/Noticias A Cuadro
Eduardo Ramírez Aguilar insiste en venderse como un desleal y no desperdicia oportunidad para mandar mensajes a través de sus voceros de que, si no le dan la candidatura a la gubernatura, él será un candidato opositor a Morena. Ya lo dijo el 10 de octubre de 2019 en una “entrevista” a Milenio: “Todo es negociable”.
Partiendo de esa lógica, la extorsión se basa en vender la idea de que posee una estructura que pondría al servicio de los partidos y del candidato presidencial opositores a la continuidad de la Cuarta Transformación.
Realmente el único argumento que le ha quedado es el de la supuesta estructura porque todos los demás los tiene evidentemente perdidos. Analicemos:
1.- Su escaño legislativo lo mantiene con limitadas relaciones políticas pues su círculo es el de su padrino Ricardo Monreal, en contraposición con la envergadura del cargo en la administración federal que tiene su contrincante que cada semana se reúne con gobernadores, funcionarios del gabinete y el propio presidente de la república.
2.- A la fecha, a López Obrador no se le conoce ninguna expresión, ninguna mención a favor de Ramírez Aguilar. Es como si no existiera. Por el contrario AMLO ha sido pródigo al manifestar el aprecio que le tiene al actual director general del IMSS.
3.- ERA realmente no tiene identidad morenista y la percepción que él ha promovido es de que puede ser el candidato de la oposición en Chiapas. Por el contrario, Zoé Robledo ha mostrado su lealtad a AMLO y al proyecto de la transformación.
4.- El senador tiene un historial de indisciplinado y ambicioso, no respeta tiempos y está dispuesto a todo con tal de obtener la gubernatura. Su contraparte es disciplinado y respetuoso de las etapas tanto de Morena como de los tiempos constitucionales.
5.- ERA es un advenedizo en Morena y hasta hace poco presumía que no estaba afiliado a ése partido, mientras que Robledo acompañó a AMLO en varias campañas electorales antes de que el movimiento ganara la presidencia.
6.- Asegura gozar de una gran amistad con el Partido Verde Ecologista de México que fue su cuna política y al cual traicionó cuando su ex jefe y compañero de desmanes, Manuel Velasco Coello, no le cedió la candidatura al gobierno del estado y, por ello, dice no tener miedo a jugársela sin color porque “ya tiene lo suyo”
7.- Realmente a Eduardo Ramírez sólo le queda vender la idea de que tiene una “gran estructura” sin identidad partidista y que, la pondría al servicio de la oposición si no le dan la candidatura a la gubernatura por Morena. Esto sólo tiene un nombre: chantaje político.
9.- ERA, autodenominado “Jaguar Negro”, por una alucine que no se da ni fumando un porro de peyote con ayahuasca y mariguana juntos, sólo tiene en este momento una orfandad política que no quiere aceptar tras la ruptura con su ex patrón, quien trae la consigna y la convicción de no dejar pasar al comiteco porque a ambos los persigue, hasta ahora, un manto de impunidad que podría acabarse con la desobediencia e irían a la cárcel por los desfalcos millonarios que pesan en su contra en la ASF y en el SAT, pues el cobijo del que gozan tiene vigencia y ni su estructura imaginaria podría salvarlo de ser ajusticiado como cualquier cristiano en tiempos del Apocalipsis electoral que se avecina.
10.- Tristemente el también ex pupilo de Pablo Salazar Mendiguchía me recuerda a los boxeadores arrogantes que gustan fanfarronear para intimidar a sus contrincantes y, en la pelea, se llevan la sorpresa de recibir ejemplares tundas. Si su joven opositor no presume su estructura será por limitaciones propias de su encargo y por consideraciones a los tiempos políticos. Y, créanme, Zoé no está nada manco, sólo espera la hora para subirse al cuadrilátero electoral para mostrar su verdadero peso y el entrenamiento que, lo llevaría sin duda, a noquear a cualquier bocón de tinglado subrepticio. Al tiempo.
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