LA ESCULTURA DE JOSÉ AUGUSTO, UN LLAMADO A LA PAZ, LA RESILIENCIA Y EL PERDÓN
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:::Desde Colombia:::
Nunca como ahora que la humanidad ha entrado a la era digital, la era de la información y la libertad mediática, la libertad cultural, del ser inclusivo, de los derechos de la mujer y de la defensa para luchar contra el cambio climático se requiere de la paz, la resiliencia y el perdón entre los pueblos para encontrar la tan anhelada hermandad mundial antes de avanzar a una inminente catástrofe, y el escultor colombiano José Augusto Rivera Castro busca influir en todo aquel que visite los jardines del Vaticano donde se mostrará su obra “Ritual de La Reconciliación”.
“Ritual de La Reconciliación” a primer golpe de vista es impactante por lo que transmite, una familia humana unida en un abrazo universal, una familia humana que se ha perdonado y logrado la paz, una utopía para algunos, pero una esperanza para otros como el escultor José Augusto.
En el Palacio de la Cultura de Antioquia en Colombia, donde se exhibe “Ritual de La Reconciliación” nos encontramos con José Augusto, admirábamos su majestuosa obra, cuando nos saludó, una verdadera suerte encontrar al artista, aceptó el diálogo con Monitor Político.
La pregunta fundamental es ¿Cómo nace la idea de tan genial escultura? Primero nos cuenta que es un homenaje al Papa Francisco por su compromiso con la paz, el perdón y la reconciliación, y Segundo “porque Colombia ha tenido una historia muy larga de violencia y estamos en un proceso de diálogos y negociaciones de paz con la guerrilla más grande que hayamos tenido que son las FARC, y ahora que ya estamos a punto de culminar, entendí que lo que había que proponer era el perdón y la reconciliación, entonces desde mi actividad como artista quise apostarle a este momento histórico de la nación y realicé esta escultura, el Papa Francisco la conoció y entonces le hicimos la propuesta de hacerla monumental para los espacios del Vaticano, la aprobaron y este es el resultado.
Como todo artista José Augusto busca no sólo impactar con su propuesta, sino generar sentimientos y él lo explica claramente: “Los artistas realizamos un trabajo que va dirigido a la mente y al sentimiento de los seres humanos y a través de mis esculturas a lo largo de mi vida yo he pretendido ser un profeta para Colombia, porque no me resigno a creer que tengamos que vivir siempre en conflicto y en violencia, y en la gestión de esta escultura que hemos realizado, hay una labor muy grande, porque lo que realmente hemos hecho son charlas para la reconciliación para lograr que las personas se unan al nuevo proyecto de nación. Hemos logrado, la escultura ha logrado, reacciones e interpretaciones espontáneas de la gente que se acerca perfectamente a lo que yo quise lograr con esta escultura, que es la reconciliación”.
Cuando interrogamos sobre cómo el Papa Francisco conoció la obra y su deseo de tenerla en los jardines del Vaticano, comenta que fue un regalo que le hizo el Congreso de la República de Colombia al Papa, que es una réplica de esta obra hecha con tanta pasión, lo que me hizo comprender es que yo he tomado temas dirigidos a la nación colombiana, pero finalmente van dirigidos a la humanidad, por eso esta escultura va a jugar un papel frente a los diez millones de peregrinos que en promedio llegan al Vaticano provenientes de todo el mundo en grupos llevados por guías que les van a contar un poco de la obra, de la nación de donde surgió, del contexto, del contenido de la obra y espero que así como ha sucedido con el visitante del Palacio de la Cultura de Antioquia donde ahora está esta escultura, así suceda con el Vaticano, explicó.
LA HUMANIDAD Y SU DESTINO;
LA EDUCACIÓN ES
CLAVE PARA EL CAMBIO
“A mi me encanta mucho un verso de Antonio Chávez, un poeta español que dice, “la vida es bella, ya verás” y será bella en la medida que nosotros la hagamos bella, todas las dificultades que tiene la humanidad son el resultado de decisiones erradas, de convicciones inapropiadas que han hecho los dirigentes políticos, de amarguras y resentimientos de las personas, y es cuestión de que con las ideas apropiadas y los sentimientos correspondientes, imperen en la mente de las gentes para que la vida cambie, un ejemplo de ello es Medellín, que fue catalogada en su momento como la ciudad más violenta del mundo y llegó un dirigente que se llama Sergio Fajardo, alcalde de Medellín, y él comprendió que la vida no podía seguir igual y que las inversiones que se hacían en la ciudad eran 90 por ciento para que la ciudad se desarrollara y el 10 por ciento para la ciudad atrasada, y eso hacía que la ciudad no solo fuera la más violenta, sino la más excluyente y el alcalde Fajardo invirtió la relación e hizo que el 90 por ciento se invirtiera en la Medellín olvidada, la ciudad excluida y principalmente en la educación y esas inversiones hicieron que la ciudad fuera cambiando lentamente, se le arrancó a la violencia a los jóvenes mediante la construcción de 16 grandes colegios con las mejores especificaciones, a la par de los mejores colegios privados de la ciudad, entonces se dieron los primeros pasos para solucionar el tema de la violencia, se establecieron 16 mil becas para los estudiantes de Medellín y con esto se respondió a un paradigma que teníamos respecto a que la educación era el mejor camino para establecer un puente en la zanja social y la reconstrucción de la ciudad, y ahora tu ves que se puede circular por todas partes, que hay alegría, que hay progreso, que hay prosperidad y que hay muchachos que han buscado su estilo de vida en la educación, y han arrastrado consigo a su familia a un mejor estilo de vida y apostándole a la ciudad, a Colombia y al mundo su conocimiento su trabajo y su capacidad”.
De tal manera que las cosas sí pueden cambiar cuando se toman las mejores decisiones, comenta con optimismo el escultor que ve a Colombia y al mundo con una visión de esperanza en la reconciliación y la paz.