Hay un refrán que dice: “Las paredes oyen”, pero una persona le agregó, que lo peor no es que solo oigan, sino que también hablan… y muchas, pero muchas cosas hablan, y esto viene a colación porque primero se escucharon, y ahora se dicen de la visita que realizó Rubén Zuarth a las oficinas del PRI de Comitán.
Una de ellas es que hay un tercero en discordia que pronto saldrá, si antes no llegan a un acuerdo de unidad, Roberto Ortiz “El Chatío” y Mario Guillén Domínguez, Sr. Fox. La división en el PRI es evidente, Paco Torres Vera, por ejemplo, pidió en una reunión previa a la conferencia de prensa, la salida de Miguel Domínguez Narváez “El Canario” como dirigente municipal del tricolor, porque “se subió a un tabique y se mareó”, y ahora éste se da grandes ínfulas de poder en el partido con la toma de decisiones unilaterales formando grupos enfocados a un posible candidato, sin tomar en cuenta los métodos de selección dentro del partido.
Torres Vera agregó que de no darse la unidad entre Fox y Chatío tendría que haber un tercero, y se sabe que este posible personaje ya tienen pláticas muy avanzadas con la dirigencia estatal, ¿Quién sería este personaje? Sencillo. Aquel que hizo derramar lágrimas al Coyote en su gasolinera, y este es nada menos que Rafael Morales Serrano.Por otra parte, en diálogo con el dirigente estatal del partido, Rubén Zuarth, dejó claro que el tricolor no cede a ningún tipo de chantajes, ni presión de algún grupo interno dentro del PRI, que los métodos de selección de candidatos son claros (ajá), y que será mediante encuestas (ajá), para ver quién está mejor posicionado y lanzarlo como candidato de unidad (ajá).
Esta declaración deja claro, la presión que se ejerce sobre el dirigente estatal del PRI, en el sentido de que los dos grupos, Chato y Fox, quieren a toda costa la candidatura y están en su derecho como militantes. Otra clara muestra de la división interna por las tribus que se han formado en el PRI, es el desafortunado comunicado que publica el Comité Directivo Municipal del PRI en las redes sociales, donde hace un llamado a la dividida militancia y exhibe la condición interna del instituto político.Así que como le dije, las paredes no solo oyen, también hablan.