Uno podría suponer que una empresa contratada para reciclar, no hace más que actuar con base en su filosofía, al poner en circulación, para su reuso, unidades que ya tuvieron una primera vida útil. No obstante, además de que esa no fue la intención original de Apple, los productos que no han pasado por una nueva certificación podrían convertirse en potencialmente peligrosos para la seguridad de los usuarios, pues pueden tener defectos eléctricos o en la batería.
Geep Canada admite que hubo un robo
El vuelco más interesante en la historia es que la propia empresa recicladora confirma que hubo un robo, según reporta The Logic. No dicen que fue la propia empresa, sino algunos empleados que vieron la oportunidad de hacer un negocio, y teniendo acceso a las unidades, las vendieron por su cuenta.
Apple conoce bien el argumento. De hecho, la empresa ha tenido comunicaciones sobre el tema con Geep Canada desde, al menos, 2018. Apple dejó de trabajar con la empresa recicladora en ese entonces, pero fue hasta inicios de este 2020 que presentó la demanda. Sabiendo del tema desde hace años, Apple asegura que los trabajadores que vendieron unidades son en realidad trabajadores que ocupan altas posiciones en la empresa.